miércoles, septiembre 07, 2011

Mandanga de la Buena I

DEUS EX: HUMAN REVOLUTION.



Tengo una fijación con el transhumanismo. De jovencito Robocop, Terminator y hasta Johnny Mnemonic me dejaron tocado. En el complejo género del cyberpunk hay quien lo define como la fusión de la carne y el metal. Pamplinas. Eso no pasa de ser un aliciente más o menos macarra. Es abrir un nuevo e inmediato horizonte en la evolución humana mediante el silicio.

A día de hoy era impensable que una desarrolladora como Eidos sacase una precuela de su Deus Ex. El mundo del videojuego es como el del cine: el productor no arriesga, no innova. Quiere sacar quinientos por cada cien que él meta, sin piruetas, sobre seguro.

Deus Ex: Human Revolution, como precuela del modesto título que la propia Eidos sacó -sin pena ni gloria, pero referencia de culto años después- en 2000, es un remozado de un concepto de videojuego arriesgado. No se limita a pasillos y blancos móviles en pretenciosos y carísimos entornos gráficos. DE:HR es un magnífico thriller filosófico envuelto en un desarrollo técnico cuidado y acabado con cariño.

Me bastaron quince minutos para darme cuenta de que es soberbio. Quizá me gustó más el sistema del original, el cómo el desarrollo de tu personaje realmente abría y cerraba opciones en la propia trama. En DE:HR puedes desarrollar todas tus opciones -unas no excluyen a otras-, y tan sólo has de decidir cuál desarollar primero. Como juego en sí, además, es un poquitín fácil, pero eso no lo hace peor; teniendo en cuenta que el propio juego premia el evitar el enfrentamiento directo y el ser creativo al resolver los problemas, hasta el punto de que puedes terminarlo sin pegar un sólo tiro (salvo por los "final boss"), no es necesariamente un inconveniente.

No quiero aburrir con el tema técnico, sobre todo porque es el que a mí me gusta (más diseño y menos requerimientos, complejidad sobre complicación, opciones, sonido y música, todo fluído y espectacular). Lo realmente destacable es la atmósfera que han conseguido y la historia que el juego te cuenta. Es como ése libro que te roba horas de sueño sin que ni si quiera te des cuenta. Magnífico.

Mención también a los estupendos -aunque poco efectivos- virales que sacaron hace meses.